*MICHAEL*
Salí del edificio con esa mujer, debo usar otras estrategias para doblegarla. Estoy por acelerar en el auto cuando otro vehículo se me cruza, impidiendo que avance; por eso, desciendo del coche muy molesto.
— ¡Carajos! Es que acaso eres ciego, que no ves que voy saliendo.
— Hola, hermanito. Esos son tus modales después de no verme por mucho tiempo.
— Hermano, cuando llegaste esta sí que es sorpresa. ¿Y por qué andas por estos lados?
— Recuerdo que tenías un condominio que solo aquí, por lo general pasabas mucho tiempo en él, entonces me quise arriesgar un poco, buscándote.
— ¿Cuándo llegaste?
— Ayer regresé y hoy me quise aventurar buscándote por aquí, cerca del condominio. La verdad es que no recordaba la dirección.
— Bueno, sígueme, vámonos para mi casa. No es bueno que estemos hablando aquí en plena calle.
Él me siguió hasta llegar a la casa y mi hermano mayor nos abrazamos y ya me empezó a contar sus aventuras en el extranjero. No pensé que vendría. Le pregunté s