Romina
El detalle para Luciano me tenía en una nube, solo con eso sabía que se había ganado muchos puntos.
Condujo por las calles con música mientras me preguntaba cosas y yo a él, estaba intentando relajarme en esta loca cita.
Si, loca. Esto es una completa locura.
No debería salir con Jacob, pero si me gusta y disfruto el tiempo a su lado.
— ¿Estás bien? — me pregunta Jacob saliendo de mi letargo — te quedaste callada de repente.
—Estoy bien, algo nerviosa— confesé sin medir las consecuencias.
No quería mentir, no a él.
—La verdad es que yo también lo estoy — fue su turno de confesar algo — ¿eso es algo bueno o malo?
— No tengo idea — solté una risita y el sonrío a cambio.
—Ya llegamos, Mina — el diminutivo que usó para mi nombre calentó mi estómago con una mezcla de sentimientos.
— ¿Dónde estamos? — pregunté y lo vi abrir la puerta de su carro.
—Es un pequeño restaurante que me gusta venir, espero que a ti también — salió de su carro y cuando abrí la puerta él ya estaba allí extend