El salón quedó en silencio absoluto. Muchas personas miraban a Gabriel con asombro y confusión.
¿Quién era realmente este hombre?
La expresión de Isabella fluctuaba entre sombría y perturbada durante un buen rato.
— Distinguidos invitados, la subasta benéfica está por comenzar, por favor tomen asiento —dijo con una sonrisa recuperando la compostura mientras se dirigía a los presentes.
Esta exposición de arte incluía un importante segmento de subasta, la llamada subasta benéfica.
Era un evento iniciado por Isabella, quien había convocado a varios artistas reconocidos a participar. Había generado considerable repercusión en la sociedad y atraído la atención de los medios.
En internet todos alababan a Isabella por su belleza y bondad, aumentando enormemente su reputación.
Si Isabella era realmente bondadosa, nadie lo sabía mejor que Gabriel.
No le importaban en absoluto las personas que sufrían; solo le importaba su propia fama.
— Hace un mes, ocurrió un terremoto en la región montañosa o