El lugar entero quedó en silencio. Todos habían percibido el tono burlón en las palabras de la señorita Serrano. ¿Quién iba a pensar que la señorita Serrano estaba jugando con Uriel a propósito?
Y ese joven llamado Xavier, ¿por qué su nombre sonaba tan familiar? ¡Ah, sí! ¿Ese chico no era aquel que