Nuestros cuerpos se encontraron en un deleite de calor, el agua que caía de la regadera cubría nuestros cuerpos, llenando de sensación cada parte de nosotros.
Él con una gran habilidad tomó mi cadera con sus dos manos y me volteo,mi espalda y nalgas quedaron hacia su pecho, sus manos acariciaban con suavidad mi espalda y bajando hasta mi espalda baja, se tomaba su tiempo para ir recorriendo mi cuerpo.
Pensaba que las cosas se iban a desatar en este momento que el calor del momento tomaría las riendas y que comenzaría a hacerme el amor apasionadamente, eso esperaba pero solo tomo mi cabello y con delicadeza comenzó a lavar mi cabello, un suave masaje por parte de sus dedos se implantó en mi cabeza, como si de relajarse se tratase, sentía como sus manos recorrían mi nuca mi cabeza y cada parte de mi cabello, sentía como le daba placer el acariciar y recorrer con sus manos mi largo cabello.
Metió mi cabeza a la ducha para poder retirar la espuma de mi cabello, poco a poco me estaba más