—¡Chicos! ¡Chicos! ¡Creo que estoy enamorado! —nos quedó mirando, esperando una respuesta. Pero tras unos instantes de silencio, continuó —¡Que estoy enamorado! ¡Acabo de ver la mujer más hermosa de toda la tierra!
No pudimos evitar reírnos y comenzar a realizar bromas pesadas con el tema. Feran, un muchacho bien parecido con cabello rubio y un rostro bien perfilado, nos calló con las manos.
—¡Ustedes no entienden! —se sentó mirando a la puerta del comedor por encima del hombro—. ¡Era una mujer verdaderamente hermosa! ¡Creo que la más hermosa que he visto en mi vida!
—¡Oye! ¡Gracias! —le espetó Marissa.
Feran