—¿Dejarlo morir es confiar en él? —ironizó ella produciendo un sonido de arrastre al mover el recipiente a la esquina opuesta del cuarto—. No comprendo. O sea, sí confío en él y creo que todos en esta habitación en ruinas confiamos en él —se escuchó un ruido metálico cuando ella se desabrochó el cinturón y lo dejó caer—. Lo que no entiendo es su punto de dejarlo solo, cuando más nos necesita.
—Yo lo entiendo —puntualizó el Moreno desabrochando la camisa empapada de sudor y la arrojaba a un lado—. Solo pide que en el caso de que surja la situación de peligro potencial para todos, quiere que lo dejemos a él recibir el disparo y nosotros salvarnos. Uno por todo el equipo, no quiere sacrificar a nadie más que él en el caso que la si