Capítulo 43

Frederick fue tan directo que no pude ocultar nada.

—Hazme un favor —dije, colocándome frente a él.

Frederick levantó una ceja. — "¿Y yo qué gano? " , preguntó.

— “No estaría aquí si no hubiera beneficios”, dije.

Copié su expresión, levantando una ceja.

La sonrisa en la varita de Frederick se desvaneció instantáneamente, chasqueó la lengua en un movimiento lento.

—Eliza, ¿estás intentando imitarme? —bromeó.

Asentí. — "¿Por qué no?", respondí.

Se burló. "Eres buena en eso, pero hay un precio que pagar".

Me puse de pie, apoyé mis brazos en la mesa de cristal entre nosotros, inclinándome lentamente para acercarme.

La expresión arrogante habitual de Frederick se congeló instantáneamente.

Casi pude sentir que su respiración se detenía mientras sostenía su mirada hacia mí.

Al acercarme más a él, Frederick se tensó de inmediato. Sin embargo, no entendía qué lo ponía nervioso ni qué esperaba.

Me eché a reír. — «Frederick, no serás un romántico en secreto, ¿verdad?», bromeé.

Su ro