—Channel— la nombra Maskyn sabiendo como es su hermana compulsiva

—¿Entonces Fabrizio firmó? ¡No sea ilusa!— la mira con desprecio Channel

—Puede que usted sea una mujer, millonaria, exitosa, y popular, pero Fabrizio no necesita eso, él necesita una mujer de verdad, una mujer fiel y dispuesta a darlo todo por él— hablo con firmeza Aida

—¿Lo dices tú? ¡Una maldita zorra que se metió en mi matrimonio!— la señala Channel

—¿Yo?— se burla Aida en su cara —me puedo lavar las manos, porque cuando Fabrizio y yo tuvimos nuestro amoríos, ese matrimonio ya estaba roto, y eso es lo que él necesita, una mujer como yo— se señala Aida —me llevó a china, pero como yo tengo mis planes, regrese, si yo fuera interesada como otras, fácilmente me aprovecharía de todo lo que Fabrizio me ofrece, ¡Una vida de reina! Pero como no soy una MANTENIDA porque yo si lo amo de verdad— sonríe Aida

Todas esas palabras fueron dagas para el corazón de Channel.

—¡Si ese fuera el caso, no estuvieras de mesera!— gruñó