Capítulo V: Atrapado

Señora Mo -la próxima semana, pero como a ti no te agrada ir te puedes quedar...

Antes de terminar, Shely le interrumpió apresuradamente dando un salto- ¡SÍ QUIERO!- viendo la cara de sorpresa de su madre, retomó la compostura - perdón, pero esta vez si quiero ir .

Señora Mo, levantó una ceja -¿sí? Nunca te ha interesado, ¿que te hizo cambiar de opinión?.

Shely -nada, solo quiero ir - dándose la vuelta, comenzó a dar pequeños saltos, alejándose con las manos en la espalda - me preparare para la cena, adiós - se despidió con un gesto de manos subiendo las escaleras. Dejando a su madre parada en medio del jardín sin comprender nada en absoluto.

Soltando un suspiro de auto consuelo, la señora dijo para sí misma.

“Nunca entenderé a esta niña”.

Habiendo caminado ya unas cuantas cuadras. Sintiéndose aliviado y en paz. La tormenta de su corazón se había calmado al distraerse ese día. Estaba contento. Era un consuelo saber que no estaba completamente solo en este mundo lleno de penurias y aunque sabía que en cualquier momento lo podrían traicionar como todos en su vida lo habían hecho, prefería disfrutar de este pequeño anhelo.

Como un niño con juguete nuevo. Por más que tratara de ocultar su sonrisa, está siempre tiraba de su rostro. Balanceando sus manos con cada paso. De sus labios salía el silbido de una alegre melodía que cortaba el silencio de la calle poco iluminada, con el chillido de las chicharras de fondo.

Los faroles de aceite iluminaban las calles cada dos cuadras. Siendo insuficiente la luz para cada uno de los rincones. Los oscuros callejones emitían un aura de penumbra y miedo.

Justo al pasar por enfrente de uno de esos tenebrosos callejones, una figura emergió de la oscuridad. Con porte alto y fornido, una sonrisa en el rostro claramente guapo, ocultando el resto en la oscuridad.

Luxion cortó su andar. Cerrando sus labios, a la vez no pudo evitar asustarse. La aparición lo sobresaltó.

“Cálmate, Cálmate, no pasa nada”. pensó intentando calmarse.

Entrecerrando los ojos, intentó buscar el rostro oculto de la persona. Pero al momento siguiente una risa sarcástica fue escuchada, tan tenebrosa, capaz de dejar los pelos de punta.

-¿qué, ya te olvidaste de mí? - Esa voz parecía estar en serio enojada.

Antes de que pudiera contestar, Luxion fue sometido. Una mano veloz sujetó su cara tapándole fuertemente la boca, golpeándolo contra la pared. Impidiendo que hiciera un solo sonido. Con el golpe lo único que pudo provocar fue un gemido bajo, cerrando los ojos al impacto. Intentó con sus manos alejar al intruso, empujándolo, pero sólo logró sujetar el fornido brazo.

-¿te divertiste? - una voz profunda y sarcástica repleta de frialdad - te dejo solo un rato¿ y la vienes a buscar a ella?. El que intenta ayudarte soy yo ¿porque tenías que venir con ella? - con cada palabra apretaba los dientes y al mismo tiempo su mano en Luxion.

Luxion no podía responder. solo podía ensanchar los ojos en respuesta. Al ver sus grandes ojos sorprendidos y asustados, Kale cerró los suyos. Tomando unas cuantas bocanadas de aire para intentar tranquilizarse y liberar su rabia a través de eso. Después de un momento. El agarre de sus dedos comenzó a ceder. Disminuyendo la fuerza lentamente hasta que retiró su mano.

Al ser liberado, Luxion inhaló una gran bocanada de aire. Hace unos segundos realmente sintió que lo iban a asfixiar hasta la muerte. Si tuviera la oportunidad de escoger, hubiera preferido que fuera un ladrón y no Kale, que era algo mucho peor. Ahora tenía que pensar nuevamente en cómo escapar de él.

Como si pudiera leer sus pensamientos, Kale abrió los ojos y fijó su mirada en los de Luxion. Con una expresión bastante seria dijo.

Kale - ni se te ocurra huir de nuevo.

Sorprendido, Luxion no sabía cómo responder ante eso. Como si lo hubieran atrapado en medio de un robo. estaba aterrado. Su mente comenzó a divagar.

“¿Será posible que él realmente pueda leer mi mente?, no, no lo creo. Tal vez fue mi comportamiento el que me delató. Tengo que ocultar mis expresiones obvias ante él. "

Estaba a punto de responder cuando una fuerte mano sujetó su muñeca y tiró de ella llevándolo a caminar.

-¡vamos! - dijo Kale en tono mandón.

Ese tono en verdad molestó a Luxion. ¿Quién se creía para darle órdenes?. Él nunca fue su sirviente ni lo era ahora mucho menos.

Luxion -¿quién dijo que iré contigo? - jalando su propia muñeca de regreso. Intentando zafarse en vano pues la fuerza de Kale era incomparable.    

Kale -Necesitas un lugar para dormir, ¿no? O ¿quieres dormir en la calle?.

Luxion -yo solo puedo encontrar uno y no te necesito.

Kale -¿oh, de verdad?, ¿O es que correrás a buscarla otra vez? - deteniendo sus pasos. Se volteó para enfrentar a Luxion cara a cara. - ¿cuenta buenos chistes?, Porque no te parabas de reír con ella. Dime, así yo también podré reír.

“¿Desde hace cuánto me ha estado siguiendo?”. Pensó.

Luxion – oh, cuenta muy buenos, pero son secretos entre nosotros, así que te quedarás con las ganas. - provocando a Kale, haciendo saber su desprecio por él. Soltó esas palabras con mucho asco.

El rostro de Kale se oscureció poco a poco. La furia hervía en él. Su mano seguramente estaría marcada en la muñeca de Luxion por unos días por la fuerza ejercida en ella. Luxion por un momento creyó que se la rompería y la llevaría de recuerdo.

Kale -¡camina! - dijo dando la vuelta de mala gana y jalándolo bruscamente. Lo arrastró.

Luxion -¡Suéltame!, ¡No quiero ir contigo!. - batallaba por zafarse.

Kale, habló, molesto -no te estoy preguntando ¡vendrás!.

Sin más protestas, sólo le quedó dejarse arrastrar. Tenía mucho resentimiento hacia Kale e incluso algo de odio. No quería verle la cara nunca más, pero siempre se veía obligado a hacerlo. Era fastidioso para él tener que humillarse ante él una y otra vez.

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