–Mami…
Abrí los ojos de inmediato encontrandome con Johan al frente.
–Mi vida, ¿estás bien?
–¿Puedo dormir contigo?
Me di cuenta que Aleks está boca-abajo, la cama es grande, pero decidí levantarme.
–Mejor vamos a tu habitación.
Había demasiado frío, creo que tendré que comprar nuevas pijamas que cubran un poco más que unos pantalones cortos y una delgada blusa de rapunzel, también debería dejar de comprar pijamas de princesas.
Llegamos a su cama y lo abracé, se quedó dormido de inmediato, yo también lo hice, estaba demasiado cansada, volví a despertar porque tenía mucho frío y me di cuenta que Johan tenía toda la sábana enrollada, aún estaba oscuro y me levanté para regresar con Aleks. Entré a la habitación y cuando me recosté en la cama sentí el calor del cuerpo de Aleks.
–¿A dónde fuiste?
–Johan vino hace rato, fui a dormirlo a su cama.
–Se hubiera quedado aquí –murmuró, me apretó contra su cuerpo –. ¿Tienes frío?
–Mucho, mejor abrázame.
Volví a quedarme dormida.
Por la m