Robert sorprendió a Johana diciendole que no se quedarían en la hacienda, a Mariana la habían acomodado en su habitación de La Madonna, Socorro y los Martino al pendiente, habían acordado no viajar, porque pronto empezarían clases y había que matricular a Mariana, Robert no lo decía y se dedicaba a su familia, pero ya sus negocios lo reclamaban, así que viajarían en las vacaciones escolares.
—Robert, no podemos irnos, no dijimos nada a Mariana.
—No te preocupes que regresaremos mañana en la tarde, ponte ropa cómoda, iremos a caballo.
—Pero es de noche —dijo Johana dudosa.