—Alejandro, debo hablar contigo.
Johana buscó a Alejandro en su despacho, él veía su computadora, estaba trabajando.
—Debo irme Alejandro, iré a París, allá están mis hermanos.
—Johana, no quisiste ir antes a París, no querías enfrentarte a tu familia, espera hacer aquí tu postgrado.
—Es que mi condición ha cambiado Alejandro, ahora debo replantearme todo.
Alejandro pasó sus manos por la cabeza e iba a hablar, pero paró, lo pensó treinta segundos y dij