—Gracias, mi amor, porque aceptaste ser mi esposa, no te imaginas lo feliz que me siento, saber que estaremos juntos por el resto de nuestras vidas, esto es y será lo mejor que me a pasado en la vida. —me dice Keiner.
—Más bien, gracias a ti, por amarme y enseñarme que el amor también era para mi. —le dije y lo abrace.
—Definitivamente esto es difícil; sin embargo estoy feliz por ustedes dos. —dijo mi tío.
—Yo ni para que cariño, nuestra sobrina que es como hija para nosotros al fin va a casarse y tendrá a su lado un hombre que realmente la ama. —dice mi tía.
—Así como yo te amo a ti, él debe amar a nuestra sobrina, o incluso más. —dijo mi tío y luego le dio un beso a mi tía.
—Tienes raz&o