Estoy desayunando en lo que es el comedor mitad cocina, o como sea que se llame esta idea loca de poner en la cocina la mesa para comer.

-Aun no te repones- Cuando Ciel alza la voz, es mucho más intimidante de lo normal. – No puedes tener un viaje hasta punta sabe diablos donde, si no puedes ni ¡orinar bien! –

¿Como esta eso?, volteo a ver a Cius y el me devuelve la mirada y luego volteo a ver a Ciel, que me mira por un segundo y ella vuelve a ver a Cius, así una y otra vez.

-Ciel!!- Cius alza la voz.

Ellos dos se miran, en Cius hay una mirada intensa, Ciel intenta devolverle la mirada sin soportarla mucho tiempo y aparta la vista, ella tiene una expresión de preocupación genuina.

Me da miedo entrometerme.

Pero tendré que hacerlo, es el momento donde mis clases de negociación femenina darán resultado.

Por clases de negociación femenina, me refiero a dar mi opinión sin que me la pida y si no resulta hacer un berrinche, eso siempre funcionaba con mi padre.

Estiro lentamente la mano, y to