Nunca me imaginé que tocar una puerta sería tan difícil, estoy parada enfrente del cuarto de Cius, quiero platicar con él, quiero disculparme por no venir a verlo antes, quiero explicarle como me sentí, porque mis sentimientos son muy importantes.
Tengo la mano levantada con un solo movimiento del puño golpearía la puerta.
Suspiro -Porque es tan difícil! -
-Que es difícil? Interesadita-
-Ay!- un pequeño grito al ver a la sirvienta parada al otro lado de la puerta.
El momento de silencio entre nosotras se prolonga cada vez más, estoy esperando que me diga algo y creo que ella está esperando lo mismo.
El silencio continuo, quiero ver a Cius, lo busco por sobre su hombro, sé que ella noto mi intención, porque dio un paso afuera de la habitación y cierra la puerta.
-Cius se encuentra bien- la voz, el tono de su voz, se siente como si quisiera cortar de tajo mis intenciones de ver a Cius.
Pasa por mi mente responderle como lo hice en los días anteriores “Me alegra que se esté recupe