Alyssa
La puerta se abrió lentamente, mis ojos recorrieron sus tenis de marca y su Jean descolorido, traía una camiseta blanca y una chaqueta negra y sus cabellos despeinados, como solía llevarlo la mayoría del tiempo.
En aquel momento la imagen de él y yo besándonos se reflejó en mi mente, aunque podía recordar lo que sentí cuando sus labios tocaron los míos. Debía de ser sincera, hace mucho no besaba a alguien que lo hiciera bien, es más, había tenido la oportunidad de besar a solo tres personas en mi vida y, con esas experiencias podría decir que aquellas personas besaban asqueroso. No me sorprendió que Andrew besara bien, pues aceptaba que, a pesar de que era un hombre con muy mal gusto para vestirse él podría conseguirse a la mujer que quisiera, era atractivo, muy atractivo. No sé por qué pero no podía sacar de mi cabeza el beso de anoche.
—No sabía que se nos permitía llegar tarde. —Le dije mientras intentaba rizar mi cabello con uno de mis dedos.
Observé como seguía de largo y