Como si hubiesen gritado “1, 2, 3, ¡Fuera!” Chamuel, Gabriel y Zadquiel se lanzaron directamente hacia la multitud de vampiros.
Inmediatamente los cuerpos empezaron a caer. Algunos despedazados, otros enteros con grandes heridas en zonas como el pecho o la cabeza.
Cerca nuestro cayó un vampiro rubio con un hueco en el pecho.
La vista de aquello me dio un poco de repulsión.
-Eso ya no va a curar…
Inmediatamente el cuerpo del vampiro empezó a evaporarse después de que dio una última e inútil bocanada de aire con expresión dolorosa.
Miré sorprendida a Rafael por su