-Es un placer.- le contesto amablemente a Nanna. Su presencia a mi lado se siente reconfortante y apacible, como si pudiera contarle mis preocupaciones y ella podría entenderlas sin juzgarme.
-No ha sido nada fácil que llegaras hasta aquí. Con cada encarnación a nuestra alma le cuesta más conectarse con nuestro centro.-dice ella mientras toma una concha de entre la arena y se le queda viendo.
-¿Nuestra alma?
Un sonido como si chasqueara la lengua proviene de ella y en su expresión veo cierta incomodidad.
-Creo que es mejor contar lo básico primero. Nadie entiende esta dinámica como nosotras. En especial yo, que fui la primera que lo sufrió. Estoy segura que ninguno de