Afortunadamente ella no lo vió, de lo contrario, si hubiera recibido una muestra de desagrado o desprecio habría sido algo difícil de procesar. —¡Aquí estabas! JejejeEstefanía muy feliz se aferró a su brazo. Richard por reflejo estaba por alejarse, no obstante, al ver sus hermosos ojos y su sonrisa, recordó todo lo sucedido esos días y sin darse cuenta, sonrió. Atónita, Estefanía lo miró como boba. —Definitivamente serás mi esposo. Reaccionando se aclaró la garganta y se dirigió al avión. —Debe comportarse, nos encontramos en un lugar público, no queremos rumores mientras está en una situación complicada. Estefanía hizo un puchero y algo irritada respondió entre dientes.—No estaría metida en eso si ya fueras mi esposo o mínimo mi novio. En un instante la cara de Richard se enrojeció de golpe y casi se atragantaba con su propia saliva. Estefanía sonrió traviesamente y continuó caminando casi arrastrándolo. —¡Señorita Estefanía! Samantha corrió hacia ellos haciendo que Richa
Negó furiosamente con la cabeza y desechó todos esos pensamientos. —Averigua quién es ese hombre, y busca todo lo que puedas acerca de él. Le dijo a su asistente que había ido a recibirla. «Nadie puede meterse en el camino de mi hijo… sin importar de quién se trate»Richard que subía al auto, sintió como si un frío extraño recorriera su espalda. Por un momento miró a los alrededores, y al percatarse de que no había nada extraño, se marcharon del aeropuerto. Estefanía después de ese día se estuvo comportando extraño, trataba a los demás con seriedad y profesionalismo nunca fue agresiva pero hasta cierto punto fue algo hostil con las personas que intentaban acercarse demasiado, no confiaba en nadie ni se dejaba llevar por las palabras de los demás como antes. Parecía haberse transformado completamente desde la publicación de la noticia de Arturo, ella mantuvo un perfil bajo, dejó de salir con más personas en la universidad, después de haber regresado, únicamente iba desde su casa a
—Sé que Conrad es inteligente, en este caso, creo que deberíamos mantener por lo menos una relación "cortés". Ya sé que mi familia nunca te agradó, y aún después de todos estos años aunque solo haya sido para mantener tu dignidad, es algo que agradezco. Este es un momento decisivo para todos nosotros, además, ¿No quieres deshacerte de la sanguijuela de mi padre? Con una ligera sonrisa burlona, Leonard cruzó los brazos y la miró con cierta sátira. —¿Primero me agradeces por ayudarles y ahora quieres deshacerte de ellos? Definitivamente eres extraña. Samantha frunció levemente el ceño y torció la boca. —La primera parte fue cierta, cuando mi madre seguía con vida. Y la segunda también. No voy a permitir que la sanguijuela de mi "hermano" tenga todo en charola de plata a costa de mi vida y menos para que la zorra de su madre viva en la opulencia solo por abrir las piernas y contribuir en gran parte con la muerte de mi madre. La asistente aturdida por la información involuntaria,
La expresión de Estefanía, era bastante mala, por lo general se mantenía al margen de lo que no le concernía, por lo que nunca le interesó si estaba de buenas o de malas. Cosa que también le hizo percatarse de lo cretino que era con ella en algunas ocasiones. Suspiró por lo bajo y se prometió cambiar esos detalles en el futuro. ****************** —¡Señora! Samantha en cuanto vio el post, palideció y se tambaleó. Se sujetó la cabeza mientras, jadeaba incrédula. «Sabía que no estaba loca… ése es…» Estaba casi eufórica, pero más aterrada, debido a que ése hombre, era el vivo retrato de su padre en sus mejores tiempos. Se sujetó fuertemente a su escritorio, y rechinando los dientes, sintió como su espalda sudaba frío. Algo en su interior se retocía de dolor, pero al mismo tiempo, se sentía tranquila y en paz. Ése hombre tan guapo, fuerte y serio era uno de sus hijos, uno de sus preciosos hijos… Justo cuando estaba inmersa en su momento de sentimentalismo, de nueva cuenta el
Fue tan profundo y magnífico, que ambos se rehusaban a detenerse, ella sentía que si en algún momento se separaba de él, despertaría de ese maravilloso y ardiente sueño. Todo en su mente parecía invadido por fuegos artificiales, tan hermosos y cautivadores, que sentía como sus lágrimas caerían en cualquier momento. Su entrepierna comenzó a cosquillear, y su cerebro estaba tan inmerso en grabar ese momento para siempre, que le importaba un carajo que estuvieran cerca de la escuela y además, ya todos supieran que él era su guardaespaldas. Después de un tiempo, él la tomó firmemente del mentón y con su pulgar masajeo sus ya enrojecidos labios, y, como si fueran un delicioso manjar, no les quitó la vista de encima como si quisiera devorarlos por completo. —Richard… Estefanía que no podía creerlo, se abalanzó sobre él, y lo besó nuevamente con ansias locas. Sin embargo, él tomó su rostro con ambas manos y la separó de sí un poco. —Escuchame claramente. Jamás me traiciones. Su voz
Después de tener los nervios de punta todo el trayecto, Richard tragó mientras sentía como Estefanía tragaba su longitud hasta el fondo y lo sacaba. Estaba tan duro que ya estaba soportando un dolor constante, pero se resistió fervientemente a liberarse. Estefanía que sentía que ya le dolía la quijada, hizo un puchero. Quería vengarse de él haciendo que se liberara rápido, no obstante no solo no lo consiguió, sino que cuando él le hizo levantar su rostro, le dedicó la mirada y sonrisa triunfal, más dominante y deseosa que jamás hubiera visto. Le puso el saco que había arrojado a un lado y le dió un profundo y dominante beso mientras sujetaba y masajeaba sus pezones.Los gemidos de Estefanía se escucharon involuntariamente y pareció derretirse ante sus movimientos. Completamente embelesada, lo miró con una expresión ansiosa después de separarse un poco. —Te quiero dentro de mi. Él gimió al verla y escucharla, seguro que sabía cómo volverlo loco. Bajó su vestido con rapidez y mie
¡PAS! —¡Eres una zorra! Con los ojos completamente abiertos y llena de incredulidad, Estefanía miró a la mujer frente a ella. No podía dar crédito a lo que había dicho, al punto en el que ni siquiera había procesado la fuerte bofetada. —¡No puedes simplemente escudarte en todo tu dinero y tus padres para arruinarle la vida a los demás! ¡Richard estaba comprometido! mocosa engreída y arrogante. La mujer completamente hecha un mar de lágrimas y rabia, se alejó caminando con firmeza del lugar. Estefanía por otro lado, parecía haber perdido la noción del tiempo y únicamente las palabras; “estaba comprometido” se repitieron una y otra vez en su mente, mientras la palidez de su rostro se intensificaba.—Comprometido…Muchos a su alrededor miraban la escena curiosos, algunos, con algo de vergüenza y otros con burla, pero a ella no le importó en lo más mínimo debido a la fuerte noticia. Zulema, su mejor amiga, se acercó a ella y la llevó a un lugar apartado de las miradas. —Ni siquier
Después de que Estefanía se cambiara, salieron hacia el auto, ella en ningún momento volvió a hablar debido a la a la incomodidad y vergüenza, conocía a su amiga, y en parte entendió su propósito, no obstante, desafortunadamente para ella, fue un muy mal movimiento. Lo que consideraba retórico, era que no se sentía mal, y no se arrepentía en absoluto de ello, lo único malo…—Toma. Dijo Richard dándole una botella de agua y una caja de pastillas. —No tengo idea de como diablos debes tomarlas, lee las instrucciones con atención. Y no quiero ningún otro truco, ¿Entendiste?Al leer ella sintió un ligero frío en la espalda. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y pese a todas las sensaciones negativas logró sentir un poco más de dolor y ahora humillación. Pero mordiéndose los labios rehusandose a llorar y tratando de mantener su dignidad, bebió las pastillas anticonceptivas después de leer todo con cuidado. Richard que ocasionalmente veía por el retrovisor se dio cuenta de lo que pasaba,