Capítulo IV: antes de la batalla

En una habitación de enfermería, tienen a Janez en una cama analizando su cuerpo con un escáner. Cuando termina el análisis, Janez se sienta en un costado de la cama, un medico toma muestras de su sangre. Luego de esto Janez toma su traje y se lo pone mientras camina a sala de estrategia, donde le espera una reunión sobre algo importante.

En este instante el Hoffman está dando un discurso.

 — ¡Cadetes! -dice el comandante- ustedes están aquí porque fueron enviados como refuerzos desde sus tierras, se les agradece. Pronto tendremos una prueba más. Ustedes y el escuadrón 718 serán llevados a las afueras, al borde de las fronteras, es una zona peligrosa, pero todos deberán ir de excursión allí. Su objetivo será acercarse al borde de los sectores que están fuera de vigilancia, así que cada uno deberá llevar sus armas de ataque, deben también tomar medidas de seguridad, también será de su encargo el estudiar cualquier cosa que se pueda ver acerca de los mutanimales, esto no significa que van a ir directamente hacia ellos así que manténganse al margen recuerden que aún no están aptos para la batalla, bueno en fin dicho todo esto ¿Hay alguna pregunta?

 — ¡Sí! - en el fondo grita el cadete Janez- este... ¡¿Nos van a enviar condimentados, oh dejarán que los mutanimales nos coman crudos?!

 — Verá cadete Janez -le respondió el comandante- yo lo preferiría condimentado- ríe el sargento.

En ese momento el sargento París hace una mala cara y el comandante se da cuenta de inmediato, por lo que se aclara la garganta y simplemente continúa:

 — Pero le recuerdo que aunque para usted sea una broma, para mí esto es muy serio, se trata del futuro de este mundo, del futuro de quienes lo habitamos, es su futuro... Cadete. ¡Así que recuerden que si no detenemos ah esas cosas seguirán avanzado!... Hasta acabar ah todos lo humanos… ¡Y nada se detendrá si nosotros no vamos y lo hacemos!

 — ¡Sí, Señor! -respondió el cadete Janez algo abrumado.

 — ¡Muy bien los quiero a todos reunidos en dos horas en la plaza centro! -grito el comandante.

 — ¡Si, Señor!- respondieron todos.

Todos salen de la sala donde se estaba dando el discurso. Por lo que Janez simplemente empieza a caminar por los pasillos,  sin darse cuenta que su espalda se encuentra Keyshi, con unas muletas.

 — Oye Janez, ¿cómo estás?- pregunta Keyshi.

 — Bien gracias, Keyshi, ¿Y tú cómo sigue tu pierna?- responde Janez como si estuviera triste. Él es un chico alto, muy sonriente, su cabello es rojo y sus ojos con un tono rosado.

 — Bien algo dolorida, pero ahora puedo descansar un poco, supongo que debería agradecerle a Caleb, por este tiempo libre- responde con sarcasmo y entre dientes. Keyshi es de cabello azul, con ojos tan rojos como la sangre.

 — ¡Keyshi! ¡Janez! -se oyen dos gritos de una voz femenina, y bastante dulce.

Es Lara con su cabello amarillo claro, y sus ojos color verde oscuro, sonriendo como un ángel. A su lado se encuentra Michael, un chico muy estable y responsable, su origen es asiático, por lo que su entrenamiento cuando niño fue muy duro. Sus rasgos son extraños, su cabello es plateado, ojos verdes y piel blanca. Desde niño siempre ha estado enamorado de Lara, aunque nunca ha demostrado nada directo, simplemente ha actuado como un amigo.   

 — Lara, Michael ¿cómo están? -pregunto Keyshi.

 — Muy bien, nos acaban de examinar- respondió Lara muy alegre- ¿Y como te pareció la conferencia?

 — Aburrida, igual que todas. Por cierto ¿qué tal el examen médico? -pregunta Keyshi.

 — Al parecer todos salimos bien -dice Michael.

 — Bueno a mí no me gusto cuando me sacaron sangre -afirma Janez- es raro por qué se supone que tienen todos los tipos de sangre de cada uno de los cadetes.

 — Sí, que raro -dice Lara pensativa-  pero por algo ha de ser, por cierto, Keyshi ¿cómo está tu pierna?

 — Y dale con la pierna. Solo me duele y ya - dice Keyshi un tanto aburrido de que todos le pregunten lo mismo.

Lara se queda viendo a Keyshi luego de hacer un sonido con su voz como si estuviera pensando. Luego su rostro toma una expresión sonriente y maliciosa.

 — Y no ¿te duele algo más? -pregunta Lara en un tono algo raro.

 — No, ¿por qué lo preguntas…? No me digas que piensas que Marta y yo... -respondió Keyshi con una expresión de susto.

 — Yo creo que sí -afirma Michael, en un tono un tanto burlón.

— ¡Vamos! ¡No se crean chicos! Eso es imposible -interrumpe Janez- todos saben que a Marta solo le importa la medicina, y torturarnos cada vez que vamos a su m*****a enfermería.

 — ¿Qué? No te creo -responde Keyshi sorprendido- ella debe tener a alguien.

 — De tenerlo, pues sí, pero debe tenerlo muy escondido, ya que es casi imposible que esa chica se aparte de su preciada profesión -responde Janez muy seguro.

 — ¿Cómo puedes estar tan seguro Janez? -pregunta Michael.

 — Solo lo sé, tranquilo -responde Janez- o ha dado algún indicio.

 — Pues no…- responde Keyshi.

Todos se miran fijamente, hasta que un llamado de una sala los hace reaccionar.

 — Ya es la hora -afirma Keyshi- vámonos debemos llegar temprano.

 — Claro de seguro que eres muy rápido, con esas muletas- dice Janez corriendo.

  — ¡Si te llego a agarrar te las partiré en la cabeza, Janez!- contesto Keyshi muy enojado.

 — Tú mismo lo has dicho, “si me alcanzas”- respondió Janez a lo lejos.

***

Ya en la plaza centro estaban el sargento Paris y el comandante Hoffman.

 — ¡Atención! -grita el sargento.

 — ¡Antes todo saludos! -grita Paris- quiero que sepan que la prueba que viene será única así que les pido su mejor esfuerzo. Den todo de sí mismos para que su entrenamiento valga la pena. Esto no es sólo una excursión, es a su vez una misión u si se da con éxito serán reconocidos como  una tropa de mérito, y en un futuro pasarán a formar parte de las Fuerzas Unidas de las Naciones (F.U.N)  bueno de verdad les deseo el éxito a todos -por alguna razón miro fijamente a la dirección de Keyshi y este a su vez sintió su mirada.

 — ¡Bueno cadetes! -dice tomando la palabra el comandante- espero ver un gran número de ustedes en la lista de éxitos de las pruebas de mañana, y además que podamos recaudar información acerca de esos mutanimales ¡Para que así podamos obtener la gran victoria humana!

 — ¡Señor, si señor!!- dijeron todos al mismo tiempo.

 — Pueden retirarse -consintió el sargento Paris y así cerró el discurso.

 Ya en el comedor se reunieron: Janez, Lara, Michael, Keyshi, Marta, Bárbara, David, Martín, Jessica y los demás a sus costados, todo en ese comedor un sitio agradable a los ojos de los cadetes, muy bien iluminado con una sensación de libertad, paz, casi te hacía olvidar todo lo malo y roto que estaba este mundo.

 — ¿Y qué creen que encontramos? Además de mosquitos -pregunta Jessica sonriente, mientras come.

 — Problemas -respondió David- tenlo por seguro. Además quiénes vendrán con nosotros el escuadrón 718 ¡que fastidio!

-¿Por qué no te agradan? -pregunta Martin.

 — Porque son raros -respondió David- solo piensa en ese enmascarado de Notre, no sé qué...

 — Notre Dame… -respondió bárbara- es una linda ciudad europea.

 — ¡Gracias! -dice David haciendo algo parecido a una reverencia sin pararse de su asiento- pero el punto es… ¿Quiénes son? Ósea no sabemos sus capacidades, algunos dicen que son fuertes otros afirman que son débiles, en fin no sé...

 — Lara ha practicado con uno -afirma Michael.

 — Si pero solo uno -respondió Lara- el otro es el que ustedes conocen como el mecánico herrero, bueno no creo que sea buen luchador pero pudo reparar mi arco de energía, y muy bien. Pero con el otro, luché dijo que era una práctica, me venció muy rápido, y al parecer no uso ni un poco de sus verdaderas habilidades, es como si tuviera una fuerza mayor a la que nuestra imaginación, no puede alcanzar…

 — Genial eso es fantástico ¿y qué más? -pregunta Jez que estaba a su lado.

 — ¿Te dijo su nombre? -pregunta la cadete Jez.

No sé, no lo pregunté -respondió Lara- pero solo me dijo que lo llamara enmascarado.

 — Valla, eso solo me hace dudar más de ellos -afirma David- pero de todos modos ya los conoceré y sabré que tipo de personas son.

  — ¿Y si son buenos? -pregunta sorpresivamente Michael quien saboreaba gustosamente su comida.

 — Eso lo buscaré a su debido tiempo -respondió David- así que cállate debilucho.

 — ¡¿A quién llamas debilucho pedazo de sanguijuela?! -afirma Michael- pero ¿qué se puede esperar de ti? Solamente puras...

 — ¡Ya cállate! -interrumpe David de un grito y golpeando la mesa-  cállate o te golpeó y es en serio...

 — Cena y espectáculo que buen servicio, -dice con risa Janez.

-¿Qué insinúas? ¿¡Que soy tu bufón!? -pregunta David a Janez con sus ojos llenos de ira.

 — ¡Bueno ya basta de chistes y bromas! Coman antes de que se les enfríe -ordeno Caleb con ese tono de líder que lo identifica, mientras se toma el jugo con elegancia.

   Todos quedan en silencio, y empiezan a comer.

 — Será mejor que hagamos caso quedaremos peor que Keyshi- susurra Janez a David.

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