Capítulo 90. La noche que el destino les debía.
Esa noche, el pequeño se fue a bañar con su padre, una costumbre que el mismo Bastián había pedido y luego de consultar con el pediatra y obtener su aceptación padre e hijo habían comenzado.
Al volver ambos envueltos en una bata similar Melisa se agacha para recibirlo en brazos, sintiendo el aroma cálido y familiar de su hijo, quien ahora huele igual a su padre.
--Eres todo un jovencito – le dice ella y el niño se siente orgulloso de que lo llamen asi. En unos días seria su cumpleaños número 5 y sus padres le estaban preparando una gran sorpresa.
Ya eran casi las nueve de la noche, y el pequeño, como siempre, encontraba la forma de meterse entre ellos, como un dulce escudo contra lo que la noche pudiera traer, pero esta vez Bastián había hablado con su padre en la ducha y ambos habían quedado en hacerle una broma a mamá.
-- ¿No crees que se ponga triste? – le había preguntado a su padre.
-- No lo creo, ella estará orgulloso de su hijo haya crecido – le respondió él. Pero antes de cont