Una semana después 

Realmente la complejidad de este negocio es grande. En el pasado, Danell tenía el cargo superior en la empresa, pero, debía rendir cuentas a los accionistas cuando se hacían las juntas. Pero, en este negocio, al único que debe rendirle cuentas es él mismo.

Todo triunfo, es para él y las perdidas, igual. Por eso, no podía cometer errores, no era lo mismo dividir perdidas entre cinco que en uno solo. Por fortuna, solo hemos tenido triunfos de los que Danell celebra mirando maletines grandes de dinero que nunca vi en el pasado.

— Con esto podríamos llenar una habitación de la casa solo con dinero — dice Danell mostrándome el dinero y yo trago duro.

— ¿Puedo hacer una sugerencia?

— Adelante, tus ideas han sido muy buenas hasta ahora.

— ¿Qué posibilidades hay de que se pueda invertir este dinero en propiedad