Intento levantarme de sus piernas, pero su mano firme en mi cintura, me impide moverme. Lo observo confundida y el hombre que normalmente no es intimo conmigo, besa mi hombro desnudo y me sonríe.
— Quédate un poco más. No tengo piernas funcionales para caminar y llevarte en mis brazos, pero, puedo darte un paseo en mi silla de ruedas, eso debe ser suficiente para recompensarte, ¿no es así? — pregunta Danell y yo asiento sonriendo.Me siento feliz. Estaba demasiado complacida por el gesto que estaba realizando. Así que, me aferro a su cuerpo ignorando las miradas curiosas y susurros de los demás que ni siquiera nos dicen algo porque nos marchamos de nuestra propia ‘fiesta de matrimonio’.— ¿No van a molestarse porque nos marchamos de la fiesta?— Eso puede llamarse nido de serpientes, cueva de demonios e incluso agujero negro maldito, pero, nunca fiesta.&m