Eli salía de la casa, con un vestido corto color blanco ajustado a su cuerpo, unos zapatos negros de aguja, una chaqueta de cuero del mismo color. Su pelo largo suelto y su bolso.
Caminó hasta las rejas y pronto apareció un coche negro Audi frente a ella. Jonas bajó con una sonrisa y le dio dos besos.
—Estas preciosa. — halagó
—Gracias, tú también estás muy guapo. — él sonrió y cogió de la mano.
—Adelante, bella dama. — le abrió la puerta del coche y ella entró.
Jonas puso el coche en marcha y salió de allí rumbo al restaurante. Él se mantenía mirando al carretera, mientras ella, miraba por la ventanilla. No sabía que contarle o como empezar la conversación, se sentía nueva en las citas.
Cuando llegaron, él como todo un caballero la ayudó a salir del coche. Ella agarrada a su brazo, caminaron juntos hasta el interior del restaurante.
—Buenas noches, señores. ¿Tienen reserva? — preguntó el camarero con amabilidad.
—Si, a nombre de Jonas Walker. — dijo él inglés.
El camarero miró el