Adele Smith
— ¿Tenían la vendiste?—
—Tuve que venderla, el pueblo no ofrecía nada bueno para nosotras. — Le digo
—El señor Morrison, no iba a dejar que fuésemos felices allá. — Le dice Alexa y solo mencionar a ese cerdo me pone de mal humor.
— ¿Morrison el dueño del restaurante?— Pregunta el con curiosidad, olvidaba que él conoce a todos, cuando él se marcho ya Morrison era cuarentón y ahora no solo es cincuentón es un viejo, gordo, pelón y con mal aliento, que pretendía hacerme su amante.
—Si él quería que Adele fuese su novia, pero sin dejar a su esposa. — Le dice Alexa comenzando a comer.
—Te quedo rico. — Me dice ella.
—Gracias. — Susurro, Alexa es muy boca floja, no quiero que él me tenga lastima, o que se haga ideas equivocadas de lo que pasaba allá.
— Pagaría lo que fuese por comer así todos los días. — Dice él.
—Puedes venir cuando quieras. — Le dice Alexa y la reprendo con la mirada, ella rueda los ojos y le sonríe a Nicolás, el es encantador cuando le da la gana, y m