El campamento de los rebeldes, como los etiquetaban en el Régimen, estaba conformado por un grupo de instalaciones precarias, tiendas, grandes carpas donde se apilaban cientos de hombres, quienes permanecían ajenos a las leyes.
Muchos de ellos incursionaban en la ciudad para robar por las noches, a veces por el día. Muy pocos habían sido atrapados.
Una de las características del campamento residía en la disciplinada vigilancia que lo mantenía seguro. Y el orden de rangos que se respetaba con lealtad y armonía.
Reynaldo empezó a notar un sentimiento de unidad y compañerismo que jamás experimentó. Sintió fuertes emociones al notar las risas, los gestos corporales, como abrazos o palmadas en las espalda. Movimie