CAPÍTULO CUARENTA Y UNO: LA MISERABLE VIDA
Las mujeres se miraron entre si algo dudosas y sorprendidas.
¿De verdad ella pertenecia a un convento? ¿Y por que queria huir de la boda del nieto del señor Ferrer?
-¿Nos estas diciendo la verdad?- Pregunto una de las mujeres que la arreglaban.
-¡Si, hace tiempo le entregue mi vida a Jesús!.
-Lo siento no quisimos entrometernos.
-Esta bien ¿Pero me ayudaran?
Mientras las 3 discutian sobre ese asunto Maria Eugenia encontro la oportunidad para poner en marcha su plan.
Mientras las mujeres buscaban algo para poder ponerle encima del vestido pues ella no saldria a ninguna parte mostrando tanta piel.
Si la madre superiora supiera lo que esta usando seguramente la reprenderia o la obligaria a rezar 50 aves marias.
-Por favor ayudenme. Quiero regresar a mi vida de antes, deseo pasear y ser libre con Belly antes de conocer al abuelo Ferrer.
Una de las mujeres la miro con tristeza pues al escuchar la desesperación de su voz la hizo pensar que