- No Matías, no te estoy mintiendo y tampoco te estoy jugando una broma, pues esa es la verdad, estoy embarazada.
Por favor llévame a mi casa no quiero estar aquí.
- ¿Quée pero ahora porque te quieres ir? preguntó Matías incrédulo.
- Es que tú debes de estar molesto conmigo. Y yo no quiero estar aquí para que tú me regañes por ser descuidada.
Solo fue una vez que no me tomé la pastilla y fue cuando viajamos donde tus padres que a mí se me olvidó llevarlas pero nunca imaginé que por no tomarla una vez tendría sus efectos, te juro Matías que no lo hice de forma intencional-. Alegó la chica temiendo que su esposo la acuse de descuido o aún peor que él crea que lo hizo con la intención de embarazarse desde joven aún sin estar de acuerdo ambos.
Por favor no te enojes conmigo y ve a dejarme al apartamento de mi amiga.- dijo la chica aún sollozando.
Pero Matías hizo una acción que ella no se lo esperaba, su chico se le acercó y le retiró las manos