La complicidad.
Lía
He convencido a mi hermana, durante el último año ha estado aprendiendo defensa personal conmigo.
Estamos en mi casa las dos entrenando.
- Quiero preguntarte algo- digo a mi hermana.
- Dime. - es su respuesta mientras patea el saco frente a ella.
- Cuando a mí me secuestraron, ¿llegaron a ti? - pregunté.
Ella sonrió y negó.
-No, pero llegó un mensaje a mi celular con una foto tuya y una dirección, y las palabras "Ven Sola", cuándo iba en camino me secuestraron y cuando me quitaron la capucha estaba a tu lado, pero amarrada, ver que respirabas me calmó- dijo mi hermana.
-¿Te gustaría vengarte?- dije. Ella sonrió.
-No sé lo digas a mi esposo, es uno de los motivos por los que acepté entrenar, sé qué nos buscarán y está vez quiero estar preparada para defender a mi familia y eso te incluye a ti y a ojitos. - dijo ella.
-¿Y si te digo que se dónde están? ¿me ayudarías? - pregunté con una sonrisa.
-Sí, es más seguro para nuestros familiares si ellos no están en este mundo - d