Aria
Estoy atrapada entre el miedo y el deseo. He luchado contra esto durante semanas, convencida de que podía controlarlo, que podía mantenerme alejada de él, de lo que me hace sentir. Pero ahora, mientras lo tengo frente a mí, respirando de manera entrecortada, siento que todo lo que he intentado construir se desmorona. Mi cuerpo grita lo que mi mente ha intentado callar.
Alexei está tan cerca, lo suficiente como para que pueda sentir el calor de su cuerpo, la electricidad que fluye entre nosotros. He tratado de alejarme, de convencerme de que esto no es lo que quiero, pero cuando me mira con esos ojos oscuros, cargados de una intensidad peligrosa, todo lo que puedo pensar es en cómo se siente estar cerca de él.
Mis manos