Arielle
Negué sin apartar la vista de su cuerpo. Aunque moría de ganas por hacerlo, no podíamos. Estábamos en un hospital, junto a cientos de pacientes y funcionarios. Era una locura.
-Doctor... -susurré
-Shh -levantó mi uniforme sin ninguna resistencia.
Sabía que estaba mal, pero su mirada, el hambre y necesidad en sus ojos era tan hipnotizante que estaba olvidando mis límites.
Quitó mi túnica, revelando mi sostén y pechos restringidos, inhalando hondo. Gruñó y bajó sus manos a mi trasero, rodeándolo y levantándome en sus brazos para llevarme contra la pared. Besó, mordió y lamió mi cuello bajando hasta mis senos, los cuales estaban sensibles y duros, esperando que los mimara.
Mordisqueó suavemente y bajó las copas de mi sostén liberándolos para atacarlos desesperado. Tomó mi pezón estirándolo, haciéndome gemir como loca por el placer y dolor que sentí al mismo tiempo.
-David -gemí.
Cerró su boca sobre uno chupando profundo y disparando una corriente desde mi espalda baja hasta mi pe