—¿Se encuentra bien, señora?
—Sí.
—Es la Sra. Andrea— comentó uno de ellos.
—Llevaré a la señora a su habitación. Debemos informarle de esto al Sr. Aiden.
—¿Y Lucas? — cuestioné.
—Se suponía que estuviera con usted.
—No. Él desapareció de la nada.
—No se preocupe por nada. Nosotros nos encargamos.
Entramos a la casa y con quien me encontré fue con Nany.
—¿Qué ha sido ese sonido?
—Un disparo— respondí.
—¿Un disparo?
—Era la Sra. Andrea — comentó el hombre.
—¿Andrea está aquí? — parecía muy sorprendida.
—Estaba… — respondió él.
—Mi hija… — murmuró Nany—. &iques