CAPÍTULO 3

—Kim—mi respiración afecta mi voz—. Que sea virgen no significa que no tenga condones en mi habitación.

Me levanto del sofá y tiro de su mano para que me acompañe. Tengo solo mis bragas blancas, luego de eso, estoy completamente desnuda sin pudor a que me vea así de expuesta. Me encanta para ser sincera.

—Me siento un idiota por subestimarte—se sincera, mientras me sigue por las escaleras.

Somos dos adolescentes yendo a la habitación sin dejar de besarse. Kim me chupa los pechos mientras lo hacemos y de pronto me veo boca arriba en la cama, esperando a que saqué de mi cajón de noche un par de condones que guardé sabiendo que podía llegar a pasar de nuevo algo con Gabriel.

—No veo la hora de hacerte mía, Sky—se desabrocha el cinturón de un tirón y yo apenas verlo sé que estoy afectada.

Y él también lo está, lo puedo ver en el bulto de su pantalón, el cual palpita, lo veo. Se baja el pantalón y finalmente se queda con un bóxer oscuro. El elástico de marca Calvin Klein me