William.
Han pasado algunas semana y hoy en la noche habla un baile de máscaras donde Luis celebrará la nueva adquisición de una amante y como él lo quería la dama de compañía de Elizabeth fue la elegida, me costó mucho convencerla pero gracias a la intervención de la misma emperatriz acepto, me miro al espejo y la preocupación por no saber nada de Sofía las búsquedas no han dado frutos es como si hubiera desaparecido de la fas de la tierra, que tal desesperada estaba por escapar que llego a cambiar su aspecto, un toque en mi puerta me saca de mis pensamientos.
-duque ya es hora.
Me coloco el anillo que había mandado hacer para Sofía en forma de protesta a las peticiones del emperador, salgo de mi habitación y voy al salón donde soy anunciado y rápidamente rodeado por algunas damas interesadas en mi persona tan jóvenes y sin saber nada de la vida, intento ser amable pero no dejo de ver a Luis que para esta hora Rosa ya le a dado la primera dosis del veneno y miro con satisfacción