La oficina.
Stella despertó en la oscuridad de la habitación, sintiendo el calor del cuerpo de Vincent a su lado.
Lo observó durante un momento, su respiración tranquila indicaba que estaba profundamente dormido.
Con cuidado, se deslizó fuera de la cama, asegurándose de no hacer ruido. Recogió su ropa del suelo y se vistió rápidamente, sin encender ninguna luz.
Antes de salir, miró una vez más a Vincent. La confusión y las emociones se mezclaban en su interior, pero decidió que era mejor marcharse.
Cerró la puerta del dormitorio con suavidad y salió del apartamento.
Tomó un taxi llena de pensamientos, estaba asustada, nerviosa y algo vergonzosa sobre sí misma.
Al llegar a su pequeña casa, se tiró sobre el sofá soltando un suspiro de satisfacción, no podía dejar de pensar en el momento que había tenido con Vincent.
La mañana siguiente, Stella llegó a la oficina temprano, como de costumbre. Había pasado la noche sin apenas dormir, pero intentó ocultar su cansancio y mantener la compostura.
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