-¡Éste no puede ser el final! – Se repitió el capitán mientras veía a los oficiales y marinos desplegarse en la búsqueda. Cada minuto que pasaba dejaba menos posibilidades y aterraba más y más su corazón –
Después de una hora de seguir buscando, apareció corriendo un oficial.
-¡Señor! ¡Señor! – Gritaba casi sin respiración y traía unos zapatos en la mano – Y todos comenzaron a murmurar –
-¡Silencio! – Dijo el capitán – ¿Qué pasó? –
-¡Señor! Éstos fueron encontrados en el piso 12. En la terraza junto a la barandilla.
El Capitán los tomó y dijo:
-¡Vamos todos para allá! Allí, se van a desplegar y van a buscar hasta en el más mínimo agujero –
Al llegar al piso 12, hicieron lo que el capitán ordenó y comenzaron a buscar. Hubo un oficial que se subió a la barandilla y quedó a horcajadas allí y todos comenzaron a gritarle que tuviera cuidado de no caer.
Al poco rato éste oficial comenzó a gritar:
-¡La encontré! ¡La encontré! ¡Aquí! ¡Por aquí! - Y todos corrieron a ver la manpara –
El Capit