Gavin se quedó paralizado un instante. Era evidente que no sabía nada al respecto.

—¿Qué quieres decir con que se ha pospuesto? ¿No habías enviado ya las invitaciones?

Shane bajó la cabeza. No había encontrado el momento adecuado para contarle a Gavin que habían pospuesto la boda, y no esperaba que Bethany fuera la primera en mencionarlo.

Bethany le pasó la pregunta a Shane.

—Deberías preguntárselo a Shane. Fue su decisión.

El rostro de Gavin se endureció.

—¿Qué podría ser más importante que tu matrimonio? Las invitaciones ya están enviadas. ¿Quieres convertir a esta familia en el hazmerreír de todos?

Antes de que Shane pudiera hablar, Yelena intervino y dijo:

—¡Papá, no culpes a Shane! Aplazó la boda para cuidar de mí.

—¡Eso es ridículo! —espetó Gavin—. ¡Ya no eres una niña! ¿Cuándo aprenderás a comportarte? No sé qué te ha estado enseñando tu madre.

Yelena no era hija biológica de Gavin, pero desde que Phoebe se casó con un miembro de la familia Stafford, él la había tratado como a una hija. La adoraba y rara vez le alzaba la voz.

Yelena no pudo soportarlo y salió corriendo de la casa llorando.

—¿Ya estás contenta ahora? ¡Mira lo que has hecho!

Shane no dudó en ir tras ella.

—¿Tenías que gritarle así? Si le pasa algo a Yelena, ¡nunca te lo perdonaré!

Phoebe lanzó una mirada fulminante a Bethany antes de subir las escaleras.

—Bethany, espera aquí. Hablaré con ella —dijo Gavin y siguió a Phoebe escaleras arriba.

Bethany ya había visto esto muchas veces. Ya no le sorprendía.

De repente se sintió cansada. Toda esta situación se había prolongado demasiado. Estaba harta.

Yelena siempre se interponía entre ellos porque Shane siempre se ponía de su parte y Phoebe nunca le ponía límites a su hija.

Yelena era la hija predilecta de sus padres, pero Bethany era igualmente amada por ellos.

Quería marcharse, pero sus modales no le permitían salir sin despedirse.

Subió las escaleras para darle las gracias a Gavin en persona.

Pero cuando llegó a la puerta, oyó su voz desde dentro.

—¡Eres tan tonta! La empresa tiene un déficit de veinte millones. El banco no nos prestará ni un centavo más. La familia Cole tiene dinero. Una vez que Bethany se case con alguien de nuestra familia, invertirán en la empresa. Si quiebra, ¿cómo vas a poder permitirte todos tus lujos?

»Sé que a Yelena le gusta Shane, pero ¿no puedes decirle que espere un poco más? ¿Por qué sigue armando tanto alboroto? Una vez que la empresa se estabilice, no les impediré estar juntos. Por ahora, ¡mantenla a raya! No quiero que cause problemas.

El rostro de Bethany palideció. El hombre que una vez creyó amable y paternal resultó ser igual de egoísta y calculador.

¿Fue esa la razón por la que Shane había aceptado casarse con ella en primer lugar?

Tenía las manos frías. Retrocedió en silencio y salió de la villa de los Stafford.

Ya no quería quedarse allí. La idea de Shane y su familia le daba náuseas. ¡Seis años de su vida se habían desperdiciado!

Cuando ella llegó a casa, Shane llegó poco después.

Parecía tener prisa. Fue directo al dormitorio y cogió algo de ropa. Entonces, vio una maleta junto al armario.

—¿Qué es esto?

Bethany inventó una excusa.

—Es ropa que ya no me pongo. Pienso donarla.

Shane asintió. No le dio mucha importancia.

—Yelena se ha vuelto a hacer daño. Está en el hospital. Me quedaré allí un par de días para cuidarla.

Salió deprisa. Ni siquiera se dio cuenta de que la mitad de las cosas de la casa habían desaparecido.

Cuando la puerta se cerró tras él, Bethany sintió una tranquila sensación de alivio.

Ella bloqueó su contacto y luego le escribió una nota.

"Shane, rompamos. Me voy a casar con otra persona."

Dejó la nota y su llave sobre el zapatero, cogió la maleta y se dirigió directamente al aeropuerto.

A partir de ese día, Bethany dejó de formar parte del mundo de Shane.