Eric la grababa a menudo cuando tomaba clases, y ella le había preguntado una vez por qué la grababa.

Él le había explicado que le iba a enseñar los videos después, elogiándola por lo que había hecho bien y corrigiéndola por lo que había hecho mal.

Como le pareció razonable, más tarde se había acostumbrado a que la grabaran y había visto todos los videos después de cada lección.

Eric había cumplido sus promesas, la había elogiado cuando había hecho algo bien y la había corregido cuando se había equivocado.

Layla nunca pensó que él guardaría todas las grabaciones de ella y se quedó aún más sorprendida al encontrar el iPad en su mesa.

‘¿Las ve todo el tiempo?’, pensó.

A Layla se le llenaron los ojos de lágrimas.

Tras graduarse en la universidad, Layla decidió que, en lugar de convertirse en ídolo, heredaría Industrias Tate, y una vez tomada esa decisión empezó a distanciarse de Eric.

También se habían alejado el uno del otro debido al trabajo de él. Eric no podía responder a sus