Capítulo treinta y siete: Me encanta.
— Antes que nada te pido perdón por esta cita tan barata, recordé lo mucho que te gustaban las hamburguesas y ya que no podemos hacer actividades tan extremas como jugar al paintball o saltar sobre trampolines debido a mi estado pensé en que esto es más práctico.
Estuvimos dando vueltas por toda la ciudad en la búsqueda de alguna fuente de entretenimiento, sin lugar a dudas era la peor anfitriona del mundo.
David por el contrario parecía de buen humor, mantenía su mirada hacia mi mientras sonreía.
— No tienes que preocuparte por eso Juju, sabes que te adoro y significa mucho para mí que desees pasar tiempo conmigo, fuiste hasta mi trabajo y aunque casi me borras de la existencia nunca antes me habían dado flores...
— Tal vez porque esas personas ya sabían de antemano que podrían matarte — Interrumpí.
— Te equivocas, te harás preguntar por qué no había nadie de mi familia en aquel hospital, es simple, a ellos no les importa un poco mi vida. Cuánto supe que estabas embarazada saqué a r