En el ascensor Elisa trató de guardar la calma, la conversación con aquel hombre le había dejado los nervios de punta y el corazón acelerado, la idea de encontrar a Emanuel con su secretaria en el armario le dio un terrible mal genio; Se supone que estaban casados, y aunque fuera una farsa, ella haría respetar su imagen. No podía andar por ahí y que todos la miraran con lástima porque su esposo se acostara con la secretaria.
Noel la miraba con los ojos abiertos a través del espejo del ascensor.
—Muy lindo tu hermano —le dijo ella y él se encogió de hombros.
—Lamentablemente no se puede escoger la familia —dijo él seco —es un idiota que hace lo que sea por incomodar a los demás, sobre todo a Emanuel, y tu siendo tu esposa…
—Me dijo que estaba con su secretaria en el armario —le interrumpió y Noel soltó un