La mañana siguiente habían llegado a la oficina bien temprano, Elisa tenía mucho que hacer con Noel y Emanuel tenía que desatrasarse de todo lo que no había hecho el día anterior.
Cuando llegaron a la empresa Noel ya los estaba esperando sentado en los muebles y cuando los vio los señaló desde lo lejos.
—¿Qué son estas horas? —les preguntó y Emanuel miró su reloj.
—Apenas son las siete y media —Noel le lanzó un periódico que tenía en la mano y tomó a Elisa arrastrándola de la muñeca y llevándosela.
—Hay mucho que hacer —le dijo en cuanto subieron al auto —hay que escoger la modelo, buscar el lugar d