Nos alistamos para salir en silencio y nos despedimos en la entrada sin tener ganas de dejarnos ir, sentía como si se estuviera despidiendo para siempre y yo quería asegurarle que lo vería más tarde, que nada cambiaría, no pude hacerlo, tuve miedo de no poder cumplirlo; nos llevó varios minutos por fin decir adiós, caminamos en direcciones opuestas y volteaba cada dos segundos a mirarlo esperando que viniera a mi encuentro, él también volteaba a verme, pero no busco alcanzarme ambos seguimos nuestro camino hasta desaparecer de la vista del otro.
Unas cuadras adelante me topé con el bar Hope, el nombre era nuevo, no obstante, el resto de la fachada se veía como hace años, la puerta estaba entreabierta, entré - ¡No hay servicio! - me gritó Luca desde atrás de la barra – ¿Ni siquiera para voluntarios? – le pregunté acercándome a su encuentro - ¡Beca! Los voluntarios beben gratis…pasa…- me recibió con un abrazo apretado y una gran sonrisa, me sentí inevitablemente emocionada de verlo, le