Ella se dio la vuelta con el corazón palpitándole a mil por hora.
Había reconocido esa voz, por supuesto que lo había hecho. La había estado escuchando toda su vida.
-James- dijo
El muchacho suspiro – gracias al cielo- dijo mientras intentaba acercársele - ¿Cómo se te ocurrió la idea de huir?
Ella casi como un acto reflejo había retrocedido también.
James Se detuvo al notar su reacción -¿estas bien? – le pregunto -¿Qué te sucede?
Ella rápidamente esconde el documento tras su espalda
-¿Qué tienes ahí?- le pregunto
-Nada- se apresuro a decir la chica al mismo tiempo que dio un respingo. Su nerviosismo era evidente.
-Tania- el tono de su voz cambio ahora a uno severo. Volvió a caminar hacia ella, pero ella solo siguió retrocediendo.
Estaba nerviosa. Estaba asustada. Su hermano era un asesino.
-¡Ahh!- cuando no sintió el suelo bajo sus pies, fueron sus manos las que la salvaron de caer al vacío.
-¡Tania!- cuando miro hacia arriba era su hermano quien la miraba con una expresión preocupada