Capítulo 17. Humanos y licántropos
Kevin la besó de verdad, sus labios se movieron a la par y de nuevo estaban bailando, pero ahora lo hacían con sus lenguas, la pierna de él presionó su centro y él aspiró fuerte por la nariz, yendo a su cuello, dejando besos calientes hasta apretar con sus labios abiertos el punto entre clavícula y cuello, ambos jadearon.
Kevin regresó desesperado a sus labios, Briana lo esperaba y le respondió con el mismo ímpetu y necesidad que Kevin.
Briana podía sentir el aroma de su colonia, recordó el aroma de la madera de cedro, ligada con notas de trufa e incluso algo de geranio y sol.
Briana lo anhelaba, era lo suficientemente sincera para reconocerlo, pero repudia el hecho de que Kevin vería a Ava al día siguiente.
Así que se retiró poniendo ambas manos en su pecho.
—¿Por qué te resistes si los dos lo deseamos?
—No puedo entregarme a ti sabiendo que existe otra mujer —Kevin puso los ojos en blanco—. Ella tampoco parece conforme con que estés conmigo.
—Por ella acepté e