Simón sonrió ligeramente y una pequeña y leve llama se encendió en su dedo. Luego, esa llama blanca entró en la frente de la mujer y desapareció por completo.
En un instante, la mujer sintió una fuerza inexplicable en su cuerpo. Esta fuerza tenía un poder aterrador y podía estallar en cualquier momento, destruyéndola por completo.
La mujer exclamó muy sorprendida: —Poder de espíritu, ¿realmente eres un gran y maestro del poder de espíritu?
Como practicante, ella sabía muy bien lo aterrador y siniestro que era un maestro del poder de espíritu. Eran capaces de controlar la energía del cielo y la tierra, una existencia completamente diferente a los expertos de energía qi. La diferencia entre los dos era abismal como el día y la noche.
Cuando Simón reveló esta habilidad, la mujer finalmente lo entendió todo. Él simplemente la estaba bromeando anteriormente, no estaba usando su verdadero poder en absoluto.
Simón sonrió levemente y dijo: —Me alegra que lo sepas. Te envié a matar a ese hombr