Simón estaba en su habitación y después de un largo tiempo decidió que era necesario ponerse en contacto con Daniel.
Ahora no solo estaba investigando el gran tesoro nacional, sino que además planeaba rescatar a los compatriotas atrapados aquí.
Esto era algo de gran envergadura, y si no se comunicaba de inmediato con Daniel, podría haber graves problemas.
Después de todo, esto estaba ocurriendo en el extranjero y podría desencadenar un incidente internacional.
Después de reflexionar por un momento, se levantó y emanó una fuerte onda de impacto mental que dejó fuera de servicio todos los dispositivos de vigilancia en la habitación.
Con un refunfuño, sacó su teléfono y llamó a Daniel.
Después de un momento, la llamada se conectó y Simón explicó rápidamente sus pensamientos.
Sin embargo, del otro lado, Daniel sonó incómodo y dijo: —Simón, he estado esperando muy ansioso tu llamada, pero ahora Guillermo de la Oficina Nacional de Investigación y Defensa de Poderes Sobrenaturales se ha