Capitulo 2369
Mil gracias.

Simón sonrió al otro en señal de agradecimiento. Aunque la explicación había sido clara, Simón no podía evitar desconfiar en su interior, por lo que decidió continuar su exhaustiva investigación y preguntar a algunos otros residentes en diferentes calles.

Como lo había anticipado, los otros habitantes confirmaron lo que había dicho el anciano: en Puerto Azul no había ninguna calle cuyo acceso estuviera orientado directo hacia el mar. Sin embargo, Simón recordaba perfectamente que en el cuarto fragmento de la vasija de dragón había visto un escenario en el que una calle sí apuntaba directamente hacia el mar.

¿Acaso se había equivocado tal vez al recordar?

Era cierto que Puerto Azul era el lugar correcto, pero ¿podría quizás haber estado equivocado al pensar que alguna de las calles apuntaba al mar?

Regresó al hotel y, de nuevo, desplegó su conciencia espiritual para adentrarse en el cuarto fragmento de la vasija de dragón. No obstante, ya había accedido a esa información pr
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