Capitulo 18.

Mi vida es un completo aburrimiento. La abuela se marchó hace dos semanas y aún no ha vuelto. Me he acostumbrado tanto a tenerla a mi lado que ahora no puedo estar sin ella.

El trabajo... bueno, es trabajo. Al menos esos dos se mantienen lejos de mí.

Acabo de aparcar mi coche cerca de la clínica dental. Hoy por fin acabo, o casi, pero al menos ya no tendré que volver hasta dentro de un año.

Espero no volver a encontrarme con Verónica. Ha estado muy pesada los últimos días con vernos. No sé cómo habrá conseguido mi número de teléfono... bueno, claro que lo sé. Estoy absolutamente segura de que se lo ha dado su prometido. De mi ficha médica no creo que eso sea legal, pero tampoco tengo ganas de denunciarlo y que mi vida se complique aún más.

Ayer, harta de recibir llamadas y mensajes, decidí contestar a uno de ellos y quedar esta noche para cenar.

Hoy voy a ser la persona más aburrida del mundo. Estoy segura de que, si se aburre, no volverá a llamarme nunca más. Pero