Lara sabía que esa noche sería larga, pero no tanto. El ataque del encapuchado sobrepasó todos los límites de lo pensado. Por ambos.
El abrazo reconfortante de Waylon la tranquilizó luego de un rato, pero cuando llegaron los escoltas al ala norte de la propiedad ya el atacante había escapado.
— ¡Señor Scott! ¿Se encuentra bien? — Preguntó el primer guardia de seguridad que entró en la habitación tres minutos después de lo ocurrido, encontrando a la pareja abrazada en el suelo — Guillem lo vio en las cámaras y activó el comando, pero es muy ágil y logró escabullirse con facilidad, ¡Debe ser alguien entrenado, señor!
Waylon levantó la cabeza para atravesar al hombre con la mirada.
— ¿Me estás diciendo que tengo a un equipo de profesionales y ex fuerzas especiales como cuerpo de